During a recent group exercise, were asked to generate a series of 99 business ideas. Then ship our work. It was hard. The objective was to learn how to iterate and ship.

Later, I played with my little Peruvian goddaughter. She took a fidget toy and plastic bag and riffed one idea after another. Her tougue when into the toy. The bag went into the toy. The toy went on her toe, the toy went inside the bag. I sat there in her darling and brillant company with my jaw dropped.

The only currency of each idea was its own.

Yesenia wasn’t attached to the outcome. She wasn’t playing with her ego. She just shared and played.

If that isn’t a source of genius worth duplicating with professionals, I am not sure what is.

Durante un exercisió del grupo nos pedimos generar una serie de 99 ideas de negocio con un grupo. Luego, enviar nuestro trabajo. Era difícil. El objetivo era aprender a iterar y enviar.

Más tarde, jugué con mi pequeña ahijada peruana. Cogió un juguete y una bolsa de plástico y se puso a pensar en una idea tras otra. Su tougue cuando en el juguete. La bolsa se metió en el juguete. El juguete fue en su dedo del pie, el juguete fue dentro de la bolsa. Me senté allí en su encantadora y brillante compañía con la mandíbula caída.

La única moneda de cambio de cada idea era la suya propia.

Yesenia no estaba apegada al resultado. No jugaba con su ego. Simplemente compartía y jugaba.

Si eso no es una fuente de genialidad que vale la pena duplicar con los profesionales, no estoy seguro de lo que es.