I am confident that the greatest intimacy that exists is that of direct shared experience.
There are larger movements here than we know.
This new experiencing that enters my consciousness, it is done with someone else. It was done without the (perceived) vacuum of aloneness. It was shared. And ultimately, if what we want is the clear sense of being alive, complete with electric sparks, this is exactly that thing. That boat trip, that time swimming, that conversation.
When doing this new activity, what matters too is pausing and acknowledging another person. That drawing down from the ether into the now in the swirl of possibility and miracle and stopgap that made this instant take place.
Photo by Liz Taza https://liztasa.wixsite.com/portafolioliztasa
Estoy seguro de que la mayor intimidad que existe es la de la experiencia directa compartida.
Hay movimientos más grandes de lo que sabemos.
Esta nueva experiencia que entra en mi conciencia, se hace con otra persona. Se hizo sin el vacío (percibido) de la soledad. Fue compartida. Y en última instancia, si lo que queremos es la clara sensación de estar vivos, completa con chispas eléctricas, esto es exactamente eso. Ese viaje en barco, ese rato nadando, esa conversación.
Al realizar esta nueva actividad, lo que también importa es hacer una pausa y reconocer a la otra persona. Ese bajar del éter al ahora en el remolino de la posibilidad y el milagro y la parada que hizo que este instante tuviera lugar.