It’s interesting in that it’s easy to get caught up in the existential pain of a specific situation.
And the truth is, adulthood is a lot richer, more painful, and more beautiful than I expected. It goes deeper. It’s a lot more naunced. Like a rubber shirt that really stretches with each new contoured aspect of our life.
A friend of mine recently gave an example that certain painful learnings in life allow her to “hold things more loosely”.
And that’s an invitation for all of us.
It does seem like the water entering the cracks, freezing then expanding is often good for us. Except when the water that was holding boulders together start avalanches and put people at risk. Still, it’s an invitation to hold things more loosely. It’s an opportunity to hold my adult myself like a hammock, with a certain human kindness and generosity.
Post-confetti holding at a recent birthday party
Es interesante en el sentido de que es fácil quedarse atrapado en el dolor existencial de una situación concreta.
Y la verdad es que la edad adulta es mucho más rica, dolorosa y hermosa de lo que esperaba. Es más profunda. Tiene muchos más matices. Como una camiseta de goma que realmente se estira con cada nuevo aspecto contorneado de nuestra vida.
Una amiga mía puso hace poco el ejemplo de que ciertos aprendizajes dolorosos de la vida le permiten "sujetar las cosas con más soltura".
Y esa es una invitación para todos nosotros.
Parece que el agua que entra por las grietas, se congela y luego se expande suele ser buena para nosotros. Excepto cuando el agua que mantenía unidas las rocas provoca avalanchas y pone en peligro a las personas. Aún así, es una invitación a mantener las cosas más sueltas. Es una oportunidad para sostenerme adulto como una hamaca, con cierta bondad y generosidad humanas.