I recently had the chance to revisit my beloved alma mater, Eckerd College last week. I reconnected with a couple of close professor friends and spoke to a couple of classes about living abroad. The 40-year-old version of myself walked around campus with my 20-year-old self, explaining how I had taken each step to reach where I was. It was a kinder mirror in which I told my story for about 6 hours straight.
I noticed how both my Eckerd professors talked with huge joy about their careers and what happens to your life when you find truly fulfilling work. Their work seemed to round out the edges of their humanity bringing them intimately to the conversation of challenges and action in a life lived considerably. I wonder how much of our lives are simply in search of that path of fulfillment.
The challenge to identify one’s truth and commit to discourse, showing up again and again to the conversation.
What does that look like with the major difficulties that colleges are facing? To bounce back from each hard-confronting reality with openness and possibility?
They showed me.
If teaching mostly means providing a model, this is the example to follow.
Indian River Lagoon in Ft. Pierce, Florida. On the other side of the state from Eckerd.
Hace poco tuve la oportunidad de volver a visitar mi querida alma mater, Eckerd College, la semana pasada. Me reencontré con un par de amigas profesoras y hablé en un par de clases sobre la vida en el extranjero. La versión de 40 años de mí misma paseó por el campus con mi yo de 20 años, explicando cómo había dado cada paso para llegar a donde estaba. Fue un espejo más amable en el que conté mi historia durante unas 6 horas seguidas.
Me di cuenta de que mis dos profesoras de Eckerd hablaban con enorme alegría de sus carreras y de lo que le pasa a tu vida cuando encuentras un trabajo que te llena de verdad. Su trabajo parecía redondear los bordes de su humanidad acercándolos íntimamente a la conversación sobre los retos y la acción en una vida vivida considerablemente. Me pregunto cuántas de nuestras vidas son simplemente la búsqueda de ese camino de realización.
El reto de identificar la propia verdad y comprometerse con el discurso, presentándose una y otra vez a la conversación.
¿Qué aspecto tiene eso con las grandes dificultades a las que se enfrentan las universidades? ¿Rebotar de cada dura confrontación con la realidad con apertura y posibilidad?
Me lo demostraron.
Si enseñar significa sobre todo servir de modelo, éste es el ejemplo a seguir.