After 4 years in Peru, I have received very little mail.
Once in 2018 and not again until today.
I forgot how comforting someone´s handwriting can look. I forgot what it feels like to open a letter and see someone wrote your name with their particular style of writing. I forgot how comforting it is to spend the rest of your day wearing the new bracelet your family just sent you.
Your friends could comment. What´s that? Oh, I reply. I got it in the mail from my family.
This experience, part of a normal day.
Let´s pause here a moment. This is a small opening inside a much larger room.
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Después de 4 años en Perú, he recibido muy poco correo.
Una vez en el 2018 y no otra vez hasta hoy.
Olvidé lo reconfortante que puede ser la letra de alguien. Olvidé lo que se siente al abrir una carta y ver que alguien escribió tu nombre con su particular estilo de escritura. Olvidé lo reconfortante que es pasar el resto del día llevando la nueva pulsera que te acaba de enviar tu familia.
Tus amigos y amigas podrían comentar. ¿Qué es eso? Oh, respondo. Me la ha enviado mi familia por correo.
Esta experiencia, parte de un día normal.
Detengámonos aquí un momento. Esta es una pequeña abertura dentro de una habitación mucho más grande.