Aspen trees play like symphonies each time the wind blows. They are the most delightful version of visual crowds. Baby Aspen trees are also worth noticing on a hike even when you didn’t notice them before.
Little hummingbirds leave tiny bubbles inside the hummingbird feeder after they are done drinking. Their little bodies are an exercise in wonder. Their humming reminds me of a kitten purring.
The sky is as symphonic as anything could be. Looking up even while in the car makes that happen.
The burned out sections left by the East Troublesome Fire also make wildflowers easier to notice.
On the way to Grand Lake, Colorado
Los álamos temblones tocan como sinfonías cada vez que sopla el viento. Son la versión más encantadora de las multitudes visuales. Los álamos temblones también son dignos de mención en una excursión, incluso cuando no te has fijado en ellos antes.
Los pequeños colibríes dejan pequeñas burbujas en el interior del comedero para colibríes cuando terminan de beber. Sus pequeños cuerpos son un ejercicio de asombro. Su zumbido me recuerda al ronroneo de un gatito.
El cielo es lo más sinfónico que puede haber. Mirar hacia arriba, incluso mientras se está en el coche, lo hace.
Las secciones quemadas que dejó el incendio de East Troublesome también hacen que las flores silvestres sean más fáciles de notar.