You Like to Suffer

I overheard one neighbor saying to her elderly sister last night , “Te gusta sufrir!”

It was perfectly encapsulated.

Humans are full of tiny slimy threads connecting us to topics neither productive nor useful. We are attached to what causes pain among other things.

In the same way, it is so intensely human to say the following line, “I was awake all night and I don´t know why.”

Even if you want to feel nothing new, you will likely be suffering anyway.

Can we see our own dilemmas here? No, not really.

They are too close to home. They are too personal. We only see reflections of our ego-ourselves in others and in the mirror or in a camera. But we are still inside us… and one of my favorite cartoons shows a picture of a skull that says “I live inside your face.” We live inside our own skulls, skin, and faces. We do all that and we don’t have the perspective to hear ourselves.

So, we like to suffer. We get attached to it.

So, let’s just pause and recognize that we often do these things because we are attached to what they give us too.

Back to Cementario General three years ago today. Today is Día de Todos los Santos en Peru, but Día de los Muertos (Day of the Dead) is usually celebrated today.

Anoche escuché a una vecina decir a su hermana mayor: "¡Te gusta sufrir!".

Estaba perfectamente encapsulado.

Los humanos estamos llenos de pequeños hilos viscosos que nos conectan a temas ni productivos ni útiles. Nos apegamos a lo que nos causa dolor, entre otras cosas.

Del mismo modo, es tan intensamente humano decir la siguiente frase: "Estuve despierto toda la noche y no sé por qué".

Aunque no quieras sentir nada nuevo, es probable que sufras de todos modos.

¿Podemos ver aquí nuestros propios dilemas? No, la verdad es que no.

Están demasiado cerca de casa. Son demasiado personales. Sólo vemos reflejos de nuestro yo en los demás y en el espejo o en una cámara. Pero seguimos estando dentro de nosotros... y uno de mis dibujos animados favoritos muestra la imagen de una calavera que dice "Vivo dentro de tu cara". Vivimos dentro de nuestras propias calaveras, pieles y caras. Hacemos todo eso y no tenemos la perspectiva de escucharnos a nosotros mismos.

Así que nos gusta sufrir. Nos apegamos a ello.

Así que, hagamos una pausa y reconozcamos que a menudo hacemos estas cosas porque también estamos apegados a lo que nos dan.