To stall is to be human, maybe.
But it’s also a version of human that few of us aspire to be. I think the point of adulthood, of a professional variety, in addition to learning how to love and be loved, is learning how to eliminate stalling.
How do we eliminate the fact that we wait? That we don’t want something to be true so we deny its existence?
We pretend that by not talking to kids about sex they won’t have it.
We pretend that by not talking about climate change, it will cease to exist. Stalling doesn’t help in either case.
The goal then, perhaps of adulthood, is to determine how to eliminate stalling. The waiting that accompanies risk and fear and the unknown.
The best tools to help are the ones you don’t decide. The habits and practices that you do every day. The less willpower and deciding needed, the better.
Then not stalling is built in. And we just start talking to kids and talking about climate change.
Estancarse es ser humano, quizás.
Pero también es una versión de lo humano que pocos aspiramos a ser. Creo que el punto de la edad adulta, de tipo profesional, además de aprender a amar y ser amado, es aprender a eliminar el estancamiento.
¿Cómo eliminar el hecho de esperar? ¿Que no queremos que algo sea cierto y por eso negamos su existencia?
Pretendemos que al no hablar con los niños sobre el sexo no lo tendrán.
Pretendemos que al no hablar del cambio climático, éste dejará de existir. En ninguno de los dos casos sirve de nada dar largas al asunto.
El objetivo entonces, quizás de la edad adulta, es determinar cómo eliminar la dilación. La espera que acompaña al riesgo y al miedo y a lo desconocido.
Las mejores herramientas para ayudar son las que no se deciden. Los hábitos y las prácticas que realizas cada día. Cuanto menos fuerza de voluntad y decisiones se necesiten, mejor.
Entonces, el no estancamiento está incorporado. Y empezamos a hablar con los niños y a hablar del cambio climático.