As Seth Godin reminded me earlier this week, your ability to manage despite imperfect circumstances will actually dictate much of your success. It’s the baseline, it’s the zillionth time coming back over and over again.
All that said, I am beginning to wonder about settling.
You can have whatever goal you want. You might not reach it and that might not matter that much if you actually tried. Sticking one’s neck out is pretty much the whole deal regardless of any guaranteed outcome. That’s the rare part, not the success.
Perhaps more than a goal is what you decide to settle for. In other words, the standards that you have set out for yourself, the red end on the lower end of the number line, that part sitting behind you. It’s the lower limit, what you have set out to not go under. It’s kind of the number of life, anyway. the planks and boards of the situation, what gets laid down no matter what. The earth under your feet, whatever is beneath you.
We exist on that side of the line far more than we would like, not below the red but not crazily above it, despite how success was defined in our childhoods. And where we put that number is a very, very big decision.
Back up on my roof for an unsettled view
Como me recordó Seth Godin a principios de esta semana, tu capacidad para gestionar a pesar de las circunstancias imperfectas dictará en realidad gran parte de tu éxito. Es la línea de fondo, es la milésima vez que vuelves una y otra vez.
Dicho todo esto, empiezo a preguntarme sobre el hecho de conformarse.
Puedes tener el objetivo que quieras. Puede que no lo alcances y que eso no importe mucho si realmente lo intentas. Arriesgarse es casi todo, independientemente de cualquier resultado garantizado. Esa es la parte rara, no el éxito.
Quizá más que un objetivo sea con lo que decides conformarte. En otras palabras, los estándares que te has fijado, el extremo rojo en la parte inferior de la línea numérica, esa parte que se sienta detrás de ti. Es el límite inferior, lo que te has propuesto no bajar. Es algo así como el número de la vida. Los tablones y las tablas de la situación, lo que se establece pase lo que pase. La tierra bajo tus pies, lo que hay debajo de ti.
Existimos en ese lado de la línea mucho más de lo que nos gustaría, no por debajo del rojo pero tampoco locamente por encima, a pesar de cómo se definió el éxito en nuestra infancia. Y dónde ponemos ese número es una decisión muy, muy importante.