Like the guy who dances outside the bank and then sells cakes, he seems to know what he is doing.
I think he seems to have a lot of it figured out.
As I stood in line yesterday, I looked at him and considered perhaps a really useful skill is to learn how to trust yourself more.
He oozed with trust. I don’t think anyone in there doubted that he knew what he was doing.
Whatever croissant layer of trust you have in yourself and your process, I am fairly confident it can be built upon. It can be further generated. What is often missing is that essential trust in ourselves. That through experiences, we will be led to more and more of ourselves in community, and ourselves as beings known. In this, we trust that we can and do extend into all things.
The further we get inside the painting, inside the whole damn thing, the further we are able to say that trust is the most essential thing in life. Maybe a type of radical self-trust that would make everything a whole lot easier because one walks in knowing. Instead of the fear voice that says that there is a wall between where you are now and whatever you would like to generate with your life, trust generates a type of reverence and a kind of kindness with how things are for ourselves.
As I am reminded, there is no negative side to trusting yourself more. Like so many things it seems obvious and later we find its direct and helpful usefulness.
Local market dynamics
Como el tipo que baila en la puerta del banco y luego vende pasteles, parece saber lo que hace.
Creo que parece tener muchas cosas claras.
Mientras hacía cola ayer, le miré y pensé que quizá una habilidad realmente útil sea aprender a confiar más en uno mismo.
Él rezumaba confianza. No creo que nadie allí dudara de que sabía lo que hacía.
Cualquiera que sea la capa de confianza que tengas en ti mismo y en tu proceso, estoy bastante seguro de que se puede construir sobre ella. Se puede seguir generando. Lo que a menudo falta es esa confianza esencial en nosotros mismos. Que a través de las experiencias, seremos conducidos a más y más de nosotros mismos en comunidad, y a nosotros mismos como seres conocidos. En este sentido, confiamos en que podemos extendernos y nos extendemos a todas las cosas.
Cuanto más nos adentramos en el cuadro, en todo el maldito asunto, más capaces somos de afirmar que la confianza es lo más esencial de la vida. Tal vez un tipo de autoconfianza radical que haría todo mucho más fácil porque uno camina sabiendo. En lugar de la voz del miedo que dice que hay un muro entre donde estás ahora y lo que te gustaría generar con tu vida, la confianza genera un tipo de reverencia y una especie de amabilidad con cómo son las cosas para nosotros mismos.
Como me recuerdan, no hay ningún aspecto negativo en confiar más en uno mismo. Como tantas cosas, parece obvio y más tarde descubrimos su utilidad directa y útil.