There are signs of our presence, and this goes in many directions. For example, my neighbor is passionate about the tiny green tree frogs that live in the garden inside our apartment complex.
He explained that has identified 5 different species and was facilitating them to hatch more eggs. Now, when walking to my apartment, I see tiny green frogs in many places.
Often in the hallway.
I notice this more than before when simply on my way out the door. As the philosopher Heraclitus reminds us, we never step into the same river twice. All things are in flux, and our environments change each time we pass through them.
The human noticing the frogs just as much as the frogs being in a different place. I pass through the water and each animal passes through. Pollution passes through.
That river changes, too, after each interaction.
What else leaves a mark?
An obvious sign is we leave little piles of our self-ness everywhere we go leaving an ongoing change of change in the environment. Even our specific use of language rubs off on those we are around too. My neighbor seems to have left a path of more visible tiny green frogs. He has also left the stage with frogs in a more front-and-center position. I never have paid more attention after only interacting with him, albeit briefly.
What we touch so often unnoticed but the signs of life remain, everywhere.
Hay signos de nuestra presencia, y esto va en muchas direcciones.
Por ejemplo, a mi vecino le apasionan las pequeñas ranas verdes ranas arborícolas que viven en el jardín dentro de nuestro complejo de apartamentos.
Me explicó que ha identificado 5 especies diferentes y que les estaba facilitando la eclosión de más huevos. Ahora, cuando camino hacia mi apartamento, veo pequeñas ranas verdes en muchos lugares.
A menudo en el pasillo.
Lo noto más que antes cuando simplemente salgo por la puerta.
Como nos recuerda el filósofo Heráclito, nunca pisamos dos veces el mismo río. Todas las cosas fluyen, y nuestro entorno cambia cada vez que lo atravesamos.El humano se da cuenta de las ranas tanto como las ranas están en un lugar diferente.
Yo paso por el agua y cada animal pasa. Pasa la contaminación. Ese río también cambia después de cada interacción.
¿Qué más deja huella?
Una señal obvia es que dejamos pequeños montones de nuestra mismidad allá donde vamos dejando un cambio continuo de cambio en el entorno. Incluso nuestro uso específico del lenguaje también se contagia a quienes nos rodean. Mi vecino parece haber dejado un camino de pequeñas ranas verdes más visibles.
También ha dejado el escenario con ranas en una posición más frontal y central. Nunca había prestado tanta atención después de haber interactuado con él, aunque fuera brevemente.
Lo que tocamos a menudo pasa desapercibido, pero los signos de vida permanecen, en todas partes.