Unknown Inheritances

While in Cusco this week, I was speaking to the neighbor Alicia whose two daughters and husband joined us for Christmas Eve.

While visiting their house a few days later, I reflected on the tiny intricate familial patterns webbed inside us we are not consciously aware of. I was looking at Capuli fruit on a big group of trees near their house. Alicia mentioned the Capuli was delicious and nearly immediately mom and with her two daughters climbed up three trees in a row to pull fruit down for us. Each had risen in their own tree within about 15 seconds. Within 60 seconds, each had fruit in hand. Their behavior was identical, generous, and rythmic. I laughed as each of their three skirts waved to us.

All three with the tree climbing skills, the thought to share, and the immediate offer. This teaching we do between each other, or from mothers to children in this case, came out in a nearly pitch perfect and silent example.

This is what we inherit from our families, I thought.

And only when I laughed did the three look at each other in synchronistic awareness. “Yep, I got this from you.“

Neighbor visitors

Neighbor visitors

Mientras estaba en Cusco esta semana, estuve hablando con la vecina Alicia, cuyas dos hijas y su marido se unieron a nosotros en Nochebuena.

Mientras visitaba su casa unos días después, reflexioné sobre los pequeños e intrincados patrones familiares que se tejen dentro de nosotras y de los que no somos conscientes. Estaba mirando la fruta de Capuli en un gran grupo de árboles cerca de su casa. Alicia mencionó que los Capuli eran deliciosos y casi inmediatamente mamá y con sus dos hijas subieron a tres árboles en fila para tirar de la fruta para nosotras. Cada una se había subido a su propio árbol en unos 15 segundos. En 60 segundos, cada una tenía la fruta en la mano. Su comportamiento era idéntico, generoso y rítmico. Me reí mientras cada una de sus tres faldas nos saludaba.

Las tres con sus habilidades para trepar al árbol, la idea de compartir y la oferta inmediata. Esta enseñanza que hacemos entre nosotras, o de madres a hijos en este caso, salió en un ejemplo casi perfecto y silencioso.

Esto es lo que heredamos de nuestras familias, pensé.

Y sólo cuando me reí, los tres se miraron el uno al otro en conciencia sincronizada. "Sí, lo heredé de ti".