The other parties

It helps to have someone playing the game with you from across the tennis court.

I don’t mean you can’t hit the ball off the wall alone, and I think that sounds fun.

But it’s nice to have someone to contend with. That sparring partner. That friend who knows all your romantic history stories. That person who has a far more built business as you build yours. That neighbor who experienced the same unmanageable heat. The other party is kind of what it’s all kind of like during a real day, anyway.

It helps to keep bouncing the ball around with them. Here’s this THING.

Then another thing. Then what about that one thing. This back-and-forth is pretty much the essence of human relationships. How we work it out, how we do our best creative work, our best intimate connections, our best banter, and frankly our best humor. It’s the bouncy aspect, here and back. If we know that the recipe to prevent loneliness is actually about the quality of human interactions rather than quantity, the thread count of our social connections themselves. It’s actually the juiciness that makes it all great, so we can reach out and engage in that bouncy game.

We can remember that despite our head cold, there’s a lot of creative ideas for our blog looking for a way out, and it would be good to go ahead and share them.

So, find the parties and get out the tennis ball.

Arcade other party

Ayuda tener a alguien jugando contigo desde el otro lado de la pista de tenis.

No quiero decir que no puedas golpear la pelota contra la pared tú solo, y me parece divertido.

Pero está bien tener a alguien con quien competir. Ese sparring. Ese amigo que conoce todas tus historias románticas. Esa persona que tiene un negocio mucho más construido mientras tú construyes el tuyo. Ese vecino que pasó por el mismo calor insoportable. La otra parte es más o menos como es todo durante un día real, de todos modos.

Ayuda seguir rebotando la pelota con ellos. Aquí está esta COSA.

Luego otra cosa. Y qué pasa con esa otra cosa. Este ir y venir es más o menos la esencia de las relaciones humanas. Es la forma en que lo resolvemos, en que hacemos nuestro mejor trabajo creativo, nuestras mejores conexiones íntimas, nuestras mejores bromas y, francamente, nuestro mejor humor. Es el aspecto saltarín, de ida y vuelta. Si sabemos que la receta para prevenir la soledad tiene que ver en realidad con la calidad de las interacciones humanas más que con la cantidad, con el número de hilos de nuestras conexiones sociales en sí. En realidad, es la jugosidad lo que hace que todo sea genial, para que podamos tender la mano y participar en ese juego saltarín.

Podemos recordar que, a pesar de nuestro resfriado de cabeza, hay un montón de ideas creativas para nuestro blog buscando una salida, y sería bueno seguir adelante y compartirlas.

Así que, busca las fiestas y saca la pelota de tenis.